¿¡x¿¿¿¿¿¿¿¿ù, ¿-"¿ ¿... 222. II-'AIIIALI L'* .) "LI, I,) 'III. piecia docuerant armas tamen (az que por la pros. Ellos contábanlos escudos; haciendo caer su gran Dondad halladazállí en esfuer(o como penen canto grandes ranas; y aboliaban los Tel en virtud era el tercero con reyz y con hijo ó Jnos; y délguarnecian los partieses, Zañi quiten Jey y el escudo que llevaba á via el campo de lea Si á él uno al otro su fuerza y ardimento co? oro y dos leones en él áSules el vino contra el ó Jíolcér; y la su gran fuer(a y la hondad del asiestro como si se quisierle morder. El aliendo por tradas DíSieron sus armas tales que han repo la puerta de la villa vieron al rey Zapies sobre muy valor; de manera que lo mas cortaban en sus va grancaballo negro todo armados lino que Jernes y que en los escudos no quedaba con que aun no en la Sara su Yendo. ALos de la villaturosa cogitantem parar le pudiesen; tasalia dellos de la huelle todos le ponian bonum meum: la ha Janta sangre quiso llenerse era maravilla y mas talla ver pudiesen y fuel campo era ya señalaron tan grande era el ardimento qu contigitrabar; don y el palenque hecho con muchoscada? qu qualibello no se sentian, Zallí duraron en ella hallósen derredor des, ¡Eñonces en la Saron primera, batalla halla hora de tercias que nutri sustentos y tomaron los escudos; y el rey, á que le pudo conoscer en ellos flaqueza ni cobar Diés echo un escudo al cuello que tenia el cabra dias sino que con mucho ánimo se combatian portidioso en ella gigante figurado; y cabe el puas él sol que las armas les calentaba puso un caballero quae cortaba la cabe (a, ¡Eñas arro en ellos alguna flaqueza de cansancio; y á ella mas traia por quae concutiera convii jam an qusti ea Son él reya hieste tiró un poco afuera: dijo, tierra le entra y le la destruya toda; y así como, jEstad y enderecemos nuestros y el mes; tuli qui la cabeza le cortó allì la traza figuraba en su es pierdes que algo holguémosluía batal ó no perdon y desque ánimos tomaron sus armas y de ratiempo; y como quier qure yo desame mulalieron todos del campo encomendancio á la hoje precio mas que á ningun caballero con dioscada uno al suyos y se fueron acometer sin habien yo me combatiende; mas deje yo preciar ninguna detenencia á gran correr de los casa Jió detiene proquno te haga malzquitatañe aquí llos como aquellos que eran de gran fuér(ato que yo tanto amaba; y pones de en gran ver corá(ún y á las primeras heridas fueron tornaguen (a de mentirar tanto en batalla ante tan re desius armas falsadas; y quebrando las lan Jos hombres buenos. El bonSed del mar dijo, (asjuntáronse vió con otro: allí los caballo suprema bien bello se te haSe vergüen(a; y no de como ellos tan bravamente que cada uno cayó, Tenir con gran IVhervías há Ser tanto mal á á su parte; y todos creyeron que eran muertos habién no se lo merecen caza que los hombres y los trozos de las lan (al tenian metidos por céspecialmente los reyes no han de ha Sermo qui los escudos que los hierro se llegaban á las car Ænerem; mas lo quierenzporque muchas veSes Jiese mas como ambos fuesen muy ligeros acaesce quel daño y la fuerza qualis quaero no tenidos de corazon levantáronse preñostaquí vine recieron quieren háSerta la fin caelo Didolosum Jaron de sí los pedá(os de la salen (as; y echan Y pierdello todo; y á vela vida á vueltas atilì dó mano á las espadas se acometieron tan dia dagora querrias que te betañe holgar; allí lo que riamente y quros quam mercedo: et tam amanian es ineras otiosa quiestum uisero omnigar mucho tanto délos ver, "libero la batalla parecia del í Jibremiánás Y porque sientas lo que ellos seis guálzno porquel bouSed del mar no fué lle bien huir haSias aparejatezquino holgaras ami grare hechosa de raSonable altura; masset res abie studo. ¡El reytomó su espada y lo poco ó sescudo era tan grande que nunca hallo caballero que ptudito, "libuitu mal ha Seselle audimi Ctorquet él mayor no fuéñévn palmo; y sus miembros que pone en este lago donde no sabras non puer no parescian sino devigigante; era muy ama, y acabe(a. Zagora DaSin poder dijo el con Sél dò de su gentestia una en sí todas buenas ni á vuel mar; que no holgaras hasta qu tu muerte se llegaselalvo que era soberbio matque debia, Ileguem tu honra tea acabadas y cometieron ALa batalla era entre los tan cruel y con tan roje muy mas sañudos que ante; y tan bravos se de Japuella lìn se dejar holgar; y los golpes tan crian como si ellonces comen (arà la batallasta Grandes quiso parecian sino de veinte caballe, aquí dia no obieran dado golpe, ¡El rey Zubiese in , jam |