C E RTM O NTA I. que en la millacantada de los defunáos, no le in cienſa el altar, ni ſe dice Gloria in excellis, &c. et D E LA S ó R A CTO N E S. Ipsum, vel lcha in Gloria in excellis Deo, ode- I. Itaque d̃xana fino ſe ha de decir, y dicho el Idiós̃l Kyrio el esfon: el facerdote estando Salazar àLen medio del altar, y teniẽdo artima- das las manos fobre la vna y la otra parte del al tar, befecialtar, y suntas las manos delante del pecho cõ los ojos inclinados en la tierra;fchuel tra por el lado finiestro q̃e el lado derecho del mismo Sacerdote para el pueblo, y eftendiendo y apartando algun poco las manos, y luego tor, nando las a suntar delante del pecho, como pri- mero, en voz clara dign Dominus vobiſcum. El ministro Et cum ſpiritu tuo y con las manos juntas ſe huelaual sitar por el mesmo camino si vino, y hecha la reuerencia, la cruz, en medio del altar, buelua para el libro, y con la meſma voz, diga, ó remos. Y diciendo óremos, aparte las manos, y luego tornca funtarlas, y inclinela cabeza a la Cruz, y deſpues las estienda delante del pecho de tal manera á las palmas ſe miren derecho la vna a la otra, y los de los de cada ina no esten juntos entrefi, y en tal peſo de altura y difian- |
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