que pudiere, quitenle la ropa poco á poco, y
limpien le el ſudor, y viſtanle de ropatahuma
da y caliente. Si pudiere eſtar ſiempre en la ca
ma, ſanara mas preſto, y cada dia ſudara mas, y
con mas facilidad. Si pudiere ſufrir dos ſuda-
res cada dia denfe los por el orde dic̃no. Aun
que yo tengo por mejor vnóudor bien itoma-
do, el ſudor de la tarde ſea á las quatro, haciẽ
do comido á las diez del dia. El numero de los
ſudores no ſe pueden de clarar, ni dezir, po*-!
que han de ſer, los que conuienen, para ſanas.
de la enfermedad. A contece con doze fudo-
res ſanar el efermo, y otras vezes ha mene flor
ve y nte, y otras rreynta. Y como es verdad, que
lo que no hazen los doze, acaban los veyntes
afsí digo, que aunque ſe ha introduzido entre
los que no lo ſaben, dar nueue ſudores, y no
mas, que no patien por eſte mal modo d̃ curar,
los que deſean la ſalud á ſu enfermo, Sino que
le preſuadan á que to me los que conuienen,
para ſanar del todo. Y de aqui vienen a infa-
mar los ſudores, por que quieren con nueue
que toman muy mal, ſanar de la enfermedad,
Fi" F" F" F" "?" Fhos años ha, Crean me lo que
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