como que los ahogan. En algunos es incura-
ble eſta enfermedad por culpa ſuya, y por no
tomar el conſejo que les da el que lo entiende
para ſu ſalud. Y eſta cita c̃dos coſas, la vna es ẽ
buen regimiento, de lo que han de comer y be
ber, y la otra, en deshechar la ymagiñacion, q̃
tienen á ferrada, en lo que vina vez apchende.
Eſta es verdad cierta, que ſi ellos ſe reprehedí
eften con rigor y aſpereza, ſe la quitarian me
jor, que con quántos remedios ay en la medi-
cina. Eſtas y maginaciones ſõ las q̃d á mas gue
rra en eſta enfermedad, á los que la padeſcen.
Y aſsí conuiene rendir la y ſujetarla, caſtigado
ſe (como dixe arriba con muy dura reprehenã
on el que eſtá melancólico. Algunos remedi
os contra eſta enfermedad pondre aquí, y en-
tiendo ( cõ el fauor de Dios) q̃ãvian de ellos
los melancolicos, q̃ tendrian ſalud. Hallaran
con facilidad, los q̃ no tienen borica los reme
dios, aunq̃eften apartados de pueblos grades,
porque eſto es lo q̃ me puſo animo, para tra-
uajar, en hazer eſta ſegunda y mpreſsió, aunq̃
es ( como dixe al principio j toda de nueuo-
Dos maneras ay de melancolia, la vna ſe ha
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