ordene lo que tan necesiario es á ſu alma. Ma
yormẽte, que con eſta calentura ſe viene á per
der el juyzio. Y por no hazer con tiempo efto
ſe pierde muchas vezes el alma. Lo ſegundo q̃
el medico deue hazer es comencar la cura por '
fan grias, porque con ellas ſe abren las vias, y
defopilan los por os del cuerpo, y las venas lle
nas de ſangre, quedan deſcargadas. Si el que
cura eſta calentura, conociere por los accide
tes de ella, que la ſangre aun no eſta corrom-
pida, porque entonces no ſon graues (tenien
do el pulſo yſquierdo en la manoj̃ haga le ſa-
car al enfermo dos eſcudillas de ſangre. Y en
fintiendo que el pulſo afloxa, capen la vena, q̃
con eſta ſangria ó con otra como ella ſe quita
ra la calentura. Mas ſi por los accidentes t Fi" F
ſeran graues y rezios) entiende, que la ſangre
ya eſta corrompida, hagan las fan grias mode-
radas, ſacando cada vez menos ſangre, porq̃
auran de hazer mas de quatro baſta, quF "A"'?
vez fa qu F" quaF*" on cas, ó cinco de la "g'F-
AduieTran todos los que curan, que Fi"?" ""
fan gran 47 PP. p9! que la ſangre es n?" F"A-7
porque FITA"'"7. FA" F"FF. q"FFntonFF*T'FF.
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