zinas de caldo de aue con Acucar y yemas de
bueuos y agua itofada confortan mucho, y ſu
flentan la virtud. Si deſpues de hauer purgado
tuuiere mucha fed, den le á beber de vna vez
f̃el agua que quiſiere, porque ſe apague el fue-
go y calor de la entrañas. Si el mal paſtare a de
lante, aunque los acidentes no fe an tan furio
los, tome el lulepe itoſado a cucharadas, y de
le de comer á ſus horas coſas de faltá cia. Si le
faltare el ſueño, denle Almendradas con pepi
tas de Mé lon, ó con Adormideras. Y quando
eſto no baſtare, denle vna drama de ite quies -
magna, deſatada en agua de flortajas. Si al ca
torze no, ó antes la vrina moſtrare ſeñales d̃co
rimiento, q̃ion no tan encendida, y mas cia
ra, y con alguna manera de niebla, y el mal paſ
fare á delante, bue luá la á purgarantes del de
cimo ferimo dia, ó deſpues del, como mas cõ
uenga, la purga ſea vna de las que dixe arriba,
porque es muy ſegura para preñadas. Si otra
f̃roſa fuere neceſiaria hazer, que de al buen juy
zio del que la curare. Porque no todo ſe pue-
de eſcrFuir, como lo ſabe los que profeſtan el
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