P E. O I. O C O por la qual fonios impedidos de poder.n- dar por ellas. Las carreras de Sion ſon fin dubda los encendidos defleos de nueſtros coracones, por los quales bien de verdad, nueſtras animas con acelerada voluntad correría ſe hallar preſentes a las fieſtas de la celeſtial Sion, que es la vnion entraña- ble del ſpiritu Sancto con nueſtras animas. Pero eſtas carreras ſon dichas padeſcer fo le dad por la caprinidad Babilonica, quan- do nueſtras animas afsí ſe capituan de los defieos deſte mundo que ſe oluidan de cor rer a Dios, y dexan ſolas las carreras que all̃nos lleuan por no auer quien dellas ſe cure. Y aunque eſto en todos los que á l""ios por la fee confieſfan ſe ha de llorar. Pero lo que mas profundamente laſtima el coracon de los que bien fienterres, que aſsi como en tiempo paſſado el pueblo de Iſ- r ſque entre todos los del mundo ſue por I?]os eſcogido y a ſu ſeruicio conſagrado, d. indo la honrra del verdadero Dios ſe conuertieron a los vdolos, bien aſsí agora los Religioſos de nueſtros tiempos que en l I |