... P E. O T. O C O . e. fer le n efceflaria para el inuierno, pues dime hombre iniſerable donde eſta tu harrura pleníísima fino en Dios. Cum- plirle han mis defleos dize el Ifeal Prophe- ta, y tendre hartura perfecta, pero no ha- lla que me vea en tu gloria. Pues ſí re que- xas del trabajo, mira que dize el Apoſtol Sant Pedro-Muy poco es el tiempo en que los trabajos y teniaciones nos prueuan en refpecto de la infinidad perpetua que la glo ria nos dura . Rnegote q̃rnires los hobres mũdanos cõquanta vehemẽcia fe empleã todos en ſus deleyies carnales, q̃vn ſolo pũ to de allí no ſe leuantan ni entiẽden en otra coſa fi no lo q̃a fus defleos carnales conuic ne , y aplicar ſu juyzio a coſas eſtrañas les es como muerte e intolerabie tormento. Mira quan fin miedo de lluuias, y frio, tra- baja el labrador, y rebuelue la tierra hafl: que le entierren en ella: fin pereza madru- ga las noches, y figue los dias ſolo por vna falible eſperanca que pienſa tener prouey- miento en ſu caſa el año futuro, lo qual mu chas vezes por caſo fortuito, fobrando él |