. T II. E. O I. O C T A, elperar el tiempo ordinario de la oraciõ en la qual con furría el orin de los peccados y deſpues obrara con mas diſpoſicion los di- chos mouimientos anagogicos. Y ſi por vẽ tura en la oracion no le ſuccede como e pe tana para putilica, los peccado, antes con curriẽdo el tropel de las fantaſía, añade o- tros muchos, toma le de allí vna deſcõfian- ca muy grade de no poder aprouechara de lante que ſi mucho creſce, y ſi Dios no lo fo corre baſta para le hazer dexar los exerci- cios altos deſta via , y tornando atras con- tentarſe con otros menores, en los quales por ventura halla mas ſabor de confolaciõ ſpiritual, y aſsi le queda del todo de frauda da del fin que al principio buſcaua, lo qual todo viene por operacion de la tiranas ad- uerſario de todo bien y perfection. Qnde le pas que para el remedio de eſte peligro no ay coſa mas prouechoſa que la cõtinua cion confiante de exercitarte en los moni- mientos anagogicos en la manera que me- jor pudieres, no ſe te d. lo rada por lo? "!" E""intentos que occurrim̃s." " "!"? "" ""!" " ", á ""!" ", |