M I S TT C A, le engañan los menos experimentados en eſtos exercicios q̃ pienſan q̃quando el ani- ma ſe occupa en los obredichos monimiẽ tos anagogicos, e impetus extenfiuos de amor, fiente en ſí gran dulcura de conſola- cion fl-íritual, como al cõtrario fienta gran de aflicion corporal , y por tanto corrio di- cho es no g.)fic todo el tiem̃po de la oraciõ fi fuere notable quatidad de eſpacio en los fobredichos monimietos. Mas deſcendien !lo dellos, occupe le en vno deſtos tres exer cicios infía eſcriptos legun mejor viere. El primero y mas principal es vna [notiſsima oracion y caſtiſsima aflicion, y llanto aqui caſtiſsima articion, vn delleo de la volũtad tan ! bien ordenado y conforme a la volũtad diuinal, por el qual el anima tisí ſe fubje- cta refle inclino leñor que ninguna coſa fpíritual ni corporal quiere fino para ſola la gloria de Dios, y para glorificarle en ella. De manera q̃ií deſlea tener virtudes, no es porq̃Por ellas le viene alguna ſpiritual ga- nancia, o prouecho, o ſe le figura del pues gloria, mas ſolamete, porque con ella firue jYY;III |