M I S TT C A, nos en los exercicios que tienen refpeció á lo diuinidad, y a nueſtra flaqueza lo fufrie- re, deue el anima cõ toda humildad y agra deſcimiẽto recebillos, y occuparſe en ellos tanto quanto la diſcrecion humilmente re quiere, y por la miſma diſcrecion y humil- dad apartarſe dellos, y occuparſe en otros menores, ſegun que la lumbre de la diſcre- cion alumbrada del ſeñor le dirare, en lo qual todo nunca ſe aparte de la profunda humildad, porque por ventura Por ſober- uia no merezca fer eſcureſcido y cegado, y reſciba Por lumbre de diſcrecion el enga- ño de ſatlianas. Lo tercero en que tras eſto ſe deue exer citar, es vira entrañable compaſsion de los proxi inos y tieccadores, la qual le mueua cõ todas ſus er;rañas a fuplicar al ſeñortẽ ga por bien comunicarles ſu gracia, y traer los a ſu conoſcimiẽto. Y eſto no ſea ſolamẽ te con los conoſcidos y amigos, mas enſan che la ley de ſu amor a todos los que la bõ dad altíſsima de Dios tiene predeſtinados para ſu gloria en qualquier de los eſtados que t̃, t̃ |