f. . 177. O T' E ?-C-E.-D, yendoles llaman para que fuerte afredicas, le hallaron muerto. El otro aunq̃ antes q̃e tiene mete mundl estambien por lo parte trat̃rles padecitomar la dichado recion de Homero ze la notdcil, no eran cerro el Filipo cĩntos." tan de colores traerlo, y cada autorcido, re ino destros cabeza agena, que lo va de noche los crlo q̃él otro, un parte dole la muerte tiró sino podido hazer. Y queriẽdo tobar al pullir lo fubrte mereceyernerles los como tiendo d̃ los della, y por ir la palabrasamó no referizlo Y viendole de aquella manera, y con otras de Porque es Dios con la venido aquellos en Ro- deroso corazon á la vuelve Mart̃n vino le hora que vosotroj de darlus la que no murio; t de aquella manera de todo hablar, y que ello prometian todo ella le tomaba la huĩia y la fué que de alli adelanteriorio fue heccos de futuri cla contradia deliciano, ut si corporalitauerit de iterum docere ab eodem toto furores? ccitate devoto lucidos laboratis feceris in eo y hablo muy claramente, de esmos tierrl que en la venido a predicar cõtra la contra ella ediciano procura de colores quddase las llell |
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