De Medicina. , ¿iermedad, ha de ſer, como I é que tier̃a y ¿;¿cro añado eſto mas, que ſe iciga. """ no los humores grueſos y flematicos. Y [ "aerte ha con eſtos xaraues magiRrales s , pa ""¿sas, y con vnguentos que defopilen los mi embros interiores. Los q̃yo á qui pongo han sido de tanto prouecho, que jamas me han fal tado, y donde quiera ſe puedẽ haxer. Y como antes he di. o, lo que aqui ay bueno en e Re trata to, es, que los remedios ſe haran, aunque no tengan los enfermos botica. Lo que fuego es, que en de citos, y veran, que (aunque los males pareſcan incurables, ſanará de ellos cõ el fauor de Dios. Son buenos alguito, y qua á do no lo fuefien al de todos, por la falud, aun que ſean muy amargos, ſe han de tomar. Naui endo hecho í como dixe primero s todos los remedios de arriba, romen e Re saraue do, me fes y tres á fuere meneſter, pues va en ello lata lud. Rayzes de Apio, de perex. l. de Uortigas, y de Chico rias, de Eſpartaguera y de Cardo fa ro de cada vno dos manojos, y fi de lo q̃ á qui digo, faltare algo, echen doblada la cantidad, de lo que huuiere. Arremiſa y lita fuiari, ó En p |
![]() |