De Medicina. ivi ;¿ de ſangre, por e Rar muy lleno el cuerpo, ó las venas de la cabeca, y tambien vien é los ac ¿identes á los ojos por algun humor colerico, ¿ierciado con la ſangre, aunque no aya abun- dancia de ella. En ellas inflamaciones y acci- dentes de los ojos conuiene muy mucho la di era, y que el enfermo eſte en apoſento oſcuro porque la mucha claridad offende á los ojos, y los infiama mas. Los tres dias ó quatro pri- meros contentefe el enfermo con comer co- ſas bebidas y de cuchara, como fon atole, pã tallado y almidon, y ordiare y beba agua cozi da con Ccuada, y cada dia ſe prouea de cama- ra, aunque ſea cõ vna melczina comun. En to das las demas cotas me remito á la cura dl do lor de cabeca de humor caliente en el capitu- lo de zinio de este libro - flauiendo el enfermo recebido vna melc- aina y hecho camara, le ſangren del braco del oto indanta-lo de la vena Cephalica, que es la de la cabeca, y faquen le quatro oncas de ſan- gre. Si la instantacion es grado, y el dolor mu cho, y el enfermo robuRo, le puedẽ hazer tres Y quatro ſangrias fin temor. Porque la enfer? " Y s Æie |
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