el caſco por la parte de dentro, mucho mas á
lo que pareſce por defuera. Y con eſto te bien
ran las venas, por fertá delgadas, como lo di
xe en el capitulo partado. Mas, quando las ſe-
ñales de eſtos daños vienen á manite Rarſe, ya
el pobre herido notiene remedio, como lo ve
emos cada dia. Quando el herido (fiendo pre
guntado ) discre, que no cayo en el ſuelo, ni
vemito, ni ſe le turbo el juyzio, manifiesten el
cafco con las legras, comencando con la ma-
yor, y mediando con la menor, y á la postre a
caben con la mas pequeña. Entonces miré lo
que hazeis, no ſe les vaya la legra de las manos
y rompan las relas. Dexen el orificio del caſ-
co ba Rante, por donde ſalgan las materias, ó
la ſangre. El reſto de la cura harán, como que
da dicho en el pallado capitulo.
El apoſento del herido cRe abrigado, de-
manera que no le entre ayre, y tapen la puer
ta con vn paño. La comida fea viſcocho, ó pã
bien cozido vnas pafſas y vn poco de atole,
hasta que parte el ſereno beba agua cozida cõ
Ccuada, y con vnos granos d̃ Auis Si el enfer
mo es de Baca cõplexion, ó muy colericord"
