fea de prouecho al hombre, ſino prece de el ſudor del toſ.o del miſmo hõbre con ſu induſtria y ſolicitud: y ſi los ar- boles y plantas fe dexan a ſu natural, o no lleuan fructo, o fi lo lleuan es muy fijueſtre y infu aue. Pues aſsi, ni mas ni menos, el miſmo verbo diuino, ya en- carnado parece que a diſpueſio las co ſas a eſte modo en la propagaciõ y fru ctificacion de ſu ſancta y gleſia, porque avnque al principio de la primitiua y - gleſia concedio fu mageſtad á ſus pri- meros miniſtros que eran los Apoſto- les: el principal inftrumero para la pre dicacion del Euangelio, infundiendo- les el don de las lenguas, de fuerte que fin ferneceſlario trabajo, ni arte algu- na, perfectifsimamente entendicion y hablaron todas las lenguas, pero deſpu es aca o por caſtigo d la malicia huma |