Aduertencias para á los mandones a que los traygan, ellos he- chas, mano, de los primeros que ropan por la calle, o tianguez, y li les mandan aguardar para que piensen bien ſus peccados, y li quis ta hagan algunos acres de contricion, fuece. de que quando acuerda el confellor ya se han yti. y nenca mas burluen. Pues confellarlos si preceder diuida penitencia y diligete exa men de fu confesencia; ya le ver lo que dize los Doctores que la confeſsion del que no hi zo la destica diligencia para examinar bien fu confciencia, por lo qual ſe le oluido algã peccati s, o pecca los mortales, es invalida? y y necestario repeted, fino es in articulo mor tis, quo sunctxculatur potuit, sis fi confitea- tut fine prcisia satrinatione. Para ello dif. posigile el conf llor lo mejor que pudiere y supiere, porque fu ppictor delfectos examinis por interrogationem prudentis constitatis s pri festim "?-gere causa, & quado rollici etiã monis, nescio:, prsest, sistari peccata, como dize Nauatro y otros que alega llenrico llõ riquez tomá á lib. x. de p.o. õcta cala. i. ç. i. 5 Muchas vez es va vn sacerdote por vn ca- mino, y llamante aconfellar a vn indio que esta malo, y no sabe el tacerdote mucha len- |