Aduertencias para preguntar y examinar. Y el miſmo graniſsi- mo doctor cuyerano dize en el proprio lugar que el confelior procuré con todas ſus fuer- zas atraer al penitente a grande aborrefcimi ento de las culpas y ofrenfas de Dios, y afir- missimo proposito de mudar la vida y nunca aues ofrender a Dios mortalmente. Trayoco le a la memoria para lo primero lo mucho q̃ deue a Dios como a ſu criador y redempor y bien hechor. Y para lo fegun lo que huyato- das las ocasiones y malas compañía, y el pa ligro grande de los que mueren fubiramente, y la gratiedad del peccado reyretado. Y en el so no ſe ha de canſar la charidad del ministro por que no le verifique en el lo que dixo vn y ndio viejo a vn sacerdote christiano, él ciual le quexaba de los y ndios que no eran buenos christianos, ni tabian cõfellarle, reſpõdio põ gan tanto cuydado los padres en hazer los y ndios christianos, como ponian los miniſ- tros de los Idolos en enfeñarles fus ceremo- nias y ritos, que con la mitad de aquel cuyda de seremos los vndios buenos christianos. Pues la ley de Christo es muy mejor , y por falta de quien la cos, se cõpaciencia no la ro mãlos y ndios. Palabras por cierto mas dig |