Aduertencias para Y ella opinion pareſce verdadera pues es pre cepto distino y mistiano que los enfermos ref ciben este Sacramẽto, qudo está enfermos y ẽ peligro de la vida. Q..ue fea precepto diuino parefce claro pues vemos vna costumbre tan antigua. Y que ſea sus mano, ves fé claro en el concilio Niceno, y es el derrero. De de dize el fancto concilio. De aquellos que llegan al termino de la vida, guardarte ha la ley anti- gua y regular, que es que ll alguno ſaliere del cuerpo, no se á prinado del vltimo y necellarán vistico tieneralmente y atodo quajquieran estuuiere en el extremo de fu vida, y que le le la gracia de la comunion, le le ha de dar, se- remos las palabras deste trato que mas obli- gan al ministro afeto dar pidiendo el Sacra- mento él enfermo, que almefmo entermo. Y aduirtamos que no escluye à nadie, pues di- zen generalmente y a todo quajquiera enfer- mo se lo de Lo metitio dize, el Cõcilio Aga- rliente primero en el cap. xi. ves del decreto, donde ltze. Et viarico a iodo, los que estan à punto de morir co le les ha de negar. Y en el incitio Cartis incote. 3. que es de dere- cho. Y en el tributiente cap. xi. Manda que a los pec"-lores abominables ladrones publi |
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