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Advertencias para los confesores de los naturales (Primera parte)
M. Ocharte, 1600.
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los Confellores o,
pues, que quatro años deſpues de auer veni-
do los religiosos á ella tierra, virtuoso prin
cipal caſado mancebo, de los q̃ieticular cria
do y doctrinado en el consiento, llamado Don
Diego, hijo de Dõ Miguel, hermano del Se-
ñor principal del pueblo de ltuexotzinco a
ferme grauemente y despues de auerto bien
preparado examinado y confellado, pidio el -
fanctiſsimo Sacramento vna y muchas ve-
z es cõ mucha instancia y como los religio
fos difimulalen cõet no ie lo queriendo, at,
et moço no alloxo vn punto en fu deſeo y de-
mandas antes lo torno a pedir muchas veces
con mayor y altaria autura y de nocios, fue
cedio estando en esto vna cosa marauillosa,
que vinierõ a él dos fray les del hábito de no
estro padre fant Franciſco y lo como sgaron
y luego de aparecieron. Q..uedo co ello Dõ
Diego muy contento y ſatisfecho y alegre á
gran manera. Y entrando á tiego fu padre a.
darle de comer y diziendose que como lle, le
reſpondio y dixo que ya el hauia comido lo
que deseaua y hauia menester;y que no hauia
de comer mas por que el estaua muy ſatisfe.
cho Mara:ultado el Padre á preguntole que
quien le hauia dado de comer, o?quien le ha