padre Dios nuestro la flaqueza nuestra y in-
clinacio al alma y percados á por muchas ví
as y maneras mientras en ella miferable vi-
da viuimos, fá nos ofrece muv liberas y sus
resido a perdonar no, ni t-
uyodarno, con fu gracia Loctamente
y de todo coraçon ic i fr, s. mos y dixere-
mos ettas tres verdades es, terceando las ala
distina bondad, por manera de oracion men-
tal, o vocas en el modo figuiente. Primera
verdad, Señor yo he percado contra vueltra
diuista hondad en tal y tal peccados de flausa
tiera y desta que vos ſabeys de lo qual sint
me pefa tengo difplicencia y tiago peniten-
cia de todo aquello en que yo os he oifendi
do, por penſamiento, por palabra, o por o-
bra, por fervos digno de ser honrado, ado-
rado, y amado. yséruido. Y como ingrato-
tras piste y quebrante vueltros fanctos? man-
damientos. S,-unda verdad, Señor yo ten-
go buen proposico y delico mediante vueltra
ayuda do me guardar y a partar de aqui ade-
lante dé peccir, y de no contentir al pecca-
do, y de estitar las cautas y occasiones con
toda la por sibilidad de mis flacas fuerras.
Tercera verdad. Éeñor yo tengo buena volõ
