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Advertencias para los confesores de los naturales (Primera parte)
M. Ocharte , 1600.
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los confellores. 79
lo de fu vida. Entendiendo ello el Demonio
procura con todas ſus fuercas, y con grando
altucia engañarios. Y en efle tiempo acude
con brarias tentaciones, y nunca ay tanta no
ceſsidad de ayuda y ſocorro. Por tanto sa Y
gleſia, como piadofa y ſolicita madre, procu
ra ayudar a ſu hijo, por que no ſe pierda vna
anima que Chrillo fu eſpoſo compro con ſu -
precioſa ſangre. Y para que tuuiello con que
dar remedio en tanta neceſsidad le dexó el Se
nor elte fanã, Sacramento de la Estremavia
ãon para animar, confortar, y dar esfuerco,
al enfermo, aquien el Demonio hace ta cruel
guerra. Y a este propolito dize el Catechiſmo
de. Conc. Trid. En lo qual grauiísimamente
pecrá, aquellos lleſperan a vogir al enfermo
. Indo toda la esperanza de fu falud han perdi-
do, y comienqa la vida a carefcer de fus fenti
dos. Es aberiguado á para refcebir la abundá
se gracia delto Sacramẽto. aproticcha mucho,
ſi la razõ y joyzio del cfermo ella entera, y fir
me, y puede tenerte, y volútad religiosa, que
entonces ſea vogido cõc. fanão Glio. Esto
dizen comunmente los Doctores Conforme
a ello procuren los ministros destos Natura-
les administrarles elte fanão Sacramento en
l-