OET. 11. O S. 1. TO. él le para los de nuestro c̃ño, o en el trato de los misterios, que yo os por sí uy Co- ro, que haciendo lo cuan terrero á sus to- rres mi unos virtuoso y un c̃sa le titu de Dios; i en los no le tuvderon en cl̃rando esto como cuatro podia en esde tan los criſ tiana, como la palaron, no se criſstĩn trecho, y el fuego de lo amor no vencia y fruto ello; y donde futuro dia, no fue de lo que no q- uiero el valiente los corazones. Los tĩrra cruel esguadron, ni puede la luz fuya tan refirien do viento el car, ha dar grado lumbre en toda la cala y animadonde el meta, m puede me- dicina tan funda diar fin la nada llega, y mil silla del percado del amina, donde leal el en estimos que primero, que le apotente en ella la limpia, para cosa de con ella. Lltas [ala- bras y otras muchas de muy tan dia de d̃ntro dixe el tierpo de Dios. Las quale illis in ea tantum pretione y fuerza, en todos los cora- zones de la ciudad de Roma, no lo lamente d̃ los nobles y denotas mugeres, invencion de toda la otra gente del Diablo, y en los de to- dos los Cardenales, y Obiliter, fatendo te llil |
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