fobre la regia de los hayles menores. c- iniere algunas otras mandando, aconfesando, amonestado rogando solo otras palabras resistribles salgunas de las ma neras fobredichas, puede parecerabierramente de la inte- cio de la regla, que aquello que parefecterañadido casi ab- ieloramente en la profefcion, prometiendo guardar siem- pre esta vida y regia, y lo que le pone en el fin, el tancto Euagelio de nuestrofeñor leto Christo guardemos el qual firmemate prometimos, todo ferefiera al principio de esta mesma regia, modificado, o determinado, o el pecificado, conuiene alabersala guarda del Suangelio, modificado, o determinado, o el pecificado, por la mesma regia en las di- chas trescotas, as, como ya es dicho, como noteha de cre- er el mesmo tancto aner querido la palabra dicha vna vez deliconvna modificacion o determinacion;ocipecificacio extetceráncierta causa de la modificacioso determinacio, o el pecificacion, dada a la dicha palabra por el en repitien- dola avaquete, quasi breuemererependa.! Elos argume- ros deluerectiocinil y canonicono, enfeñan, que muchas veces las cosas que estan en el principio fel tan de referir al medio y allan y las que estan en medio al fin y al prin cipio y la, que estan en fin, al principio y al medio, o al vno de ellos. Edado quedixete de codo en todo ablo- loramente, prometo de guardar el tancto Euangelio, faluo fiel tal profeñorentendieticobligarle, la guarda de todos los consejos, lo qual con dificultado nunca podria guardar a la letras por lo qual el tal prometimiento paresceria cola- zarelanima del Prometientesclaramente paresceleral pro metian la intencion del que prometeno ocuerte, reduci da a otro entendimiento, ó luó que la guardo del Euagelio |
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