T II. E. O T. O CT A, el ferdigno, efte es el comer de tan fancto manjar. Sigueſe la quinta peticion. Perdona a nos nueſtras deudas afsi como noſotros.l,- donamos a nueſtros deudores. Deſpues q̃ por algunos exercicios en los moni inic̃ros anagogicos de amor fiente el anima la fu a- uidad del muy alto y conoſciẽdoſe ſer por la humana flaqueza ofuſcada con muche- dumbre de pecados veniales. Ca la tal ani ma lexos deue eſtar de los mortales, y vien doſe por el tal poluo ferimpedida ilgun tã tó del experimental ſentimiento de los dul cores diuinos, lo qual es a ella im̃lerabie tormento, y por tanto pide con de fleo ar- dentiſsimo ferdellos librada por no pare- Rera Dios menos grata, lo cual todo fabe q̃rendra quando amare. Y aſsí diziendo. O padre dulciſsimo quando te amare. Ilien fe que rnis pecados te apartan de mí, pero tambien veo que no ay coſa que me aparte dellos,fino la fuerca de tu amor. O deudas mias con q̃os pagare. O amor tan precioſo él afsí fatisfazes. Q q!"!" ","!"!" "," V ã "" |