-¡" A g j. A. en vna Yglesia que digan dos Millas dos la cerdotes, y acaeciero caer vno enfermo, en elte Gilo dize Sy lue II""", Angelo, y Victoria, que el que quedo I""" puede dezir dos MAl fas. Con forme a lo qual en los Pueblos dõ de ay ſndios, y El""" Iés, I! no ay mas dé vo Sacerdote, que diga M." lla los Domingo? y fiellas. Podra dezir v"A Milla por la !"" "! na a los Indios, y otra mas tarde á los EſP! ñoles. Por que ni los I"IPañoles pueden, ni quieren venir tan dé mañana, como los In- dios, ni los Indios pueden aguardar à tAn tarde [como vienẽ los Eſpañoles ] fin gran de molestia tuya, y aun muchos dellos por el miſmo caſo no oy rian Milla. Y con ello ſe dá lugara que los que quedaron guarda- do la cá !" [ é el interin que los otros vinie ron a M "IIA?] puedan venir a oyr la ſegunda Milla: Y aduierra el que vuiere de dezir dos M"Ilas en vn dia, que refcebido el ſang""s, no refciba el IA?" "torio hasta la ſegund "Miſ la, como ſe haze ẽlas Millas dé IA NA?"idad. Véaſe el Padre fTray Manuel F" ſu Summa- r. p. cap. x? 4. c"?" " 1. I[ El que dize M la en peccado mortal fin con Iéllarle Primero [teniendo copia de con I"II"té?] |
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