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Advertencias para los confesores de los naturales (Primera parte)
M. Ocharte, 1600.
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los confeliores s
, , júsia, hercitar ya confellado, empero fin
",-losa, ni arricion que baste para el per-
ro tos, y que defpues tega tal artricion,
esta se por si fola no baste para contricion
ellos ayudaria con el fauor y fuego deste
acranesto, se puede hazer de vn extrito con
motoo. toqual muy gran cuydado le deue
se ser de refcebir este fancto Sacramento, pa-
ra sía, ni siriendo vistamos fiesta pie cosa Crisi
se os en conoscio fant Malachias Obiſpode
Estoria lo mucho que importa refcebir e-
lla sierusiento yquan peligroso es el descuy
derrfstariante ocasion, pues por auerte mu-
erte restruger que pudo olear y no la oleo,
xocaticate ic tle la administracion deste Sa-
crarses, hasta la mañana del dia figmentes a
firrieryat:rde como cor no parecer estar
la rescriturial cabo de fu vida. Y como mu
rielléfer grandiſsima la pena q̃refcilito por
no acertadado la fancta ṽnccion, inspistado
ni la casas de que ella carecielo de la gracia
deste facramento. Y prometio delante de to
destos circunstantes no refcebir coructo ni
letir contento en fu cora con siesta ciste cohra
s" ", istes ad. l.-cta la gracia el s. 1. ii. .-ut
" """ auta perdido. Y hauiendo estario tosta