los Confellores. x ber, los requificos para recebir los facramen- to, porfia comũmente gente de cortos emã dimientos no alcacan la calidad que ha de te- nerla contricion, dize, pues Scoto. Q..ue a- vnque es ver tad que ſe le quiere por lo me- nos algun dolor para reſcebir el fructo del te fancto iacramento á pero que quando fue- re imperfecta difplicencia de la culpa, y tu- uiere?intencion de recebir elle fancto facra- mento como y para el fin que lo administra nuestra madre la fancta Ygleſia, y no estando con actual voluntad de estender a nuestro Se ñor le fu Christo, que al punto que ſe acaban las palabras facramentales de la abſolucion recibe el penitente el fructo dello lacramen- to, no por fu merecimiento y diſposicion, si- no por la ordenacion diuina que iritituyo el te ſacramento para perdonar los peccados de los hombres. Y si elle facramento preſupone necestariamente dolor tan perfecto que por el fé perdon en los pescados y fé de gracia se guirtes, y a, que nunca esto facramento daua la Primera gracia, ni perdonasta peccatios : pu- es ya los hallana perdonados por la contri- cion precedente. Y por ello dize muy bien el fubtilissimo Sccro. Sui? cit enim quod li, 3 aliqua |